Hay varias cosas que me invitan a hacer un viaje como éste, y cuando empiezo a pensar en él siento que se me revuelven muchas cosas por dentro. Siento que he viajado a muchos lugares pero creo que ninguno se parece ni cerca a esta experiencia, porque el sentido de búsqueda es distinto y la etapa de mi vida es otra.
Creo que la inquietud, o quizás "el llamado", viene desde hace tiempo. Hay algo dentro de mí que hace rato no se concilia con la vida que llevo, no se conforma con las seguridades que trae la vida rutinaria y que me empuja día a día a no olvidarme de buscar y no dejar que mis sueños sean solo sueños.
Y es todo un desafío porque vivir un sueño lleva la enorme responsabilidad de vivirlo a pleno y de arriesgarlo todo, no hay otra forma de vivirlo. Y ese es uno de mis miedos al afrontar este viaje.
¿Qué busco? El viaje es parte de mi camino, de mi proyecto, pero es hora de encontrar mi lugar en el mundo, al menos un lugar donde sienta que lo dejo todo por los que más lo necesitan, que lo hago con pasión y como comunidad, desde un mismo lugar y no como prestando asistencia. Busco una vida libre, no donde pueda hacer lo que quiera sino que donde no haya ataduras que me impidan nunca estar donde otros me necesitan, y sobre todo donde Dios me necesita. Por eso creo en la radicalidad de este viaje, de dejar trabajo, sueldo, apartamento, y todas las comodidades de una vida segura pero al final vacía, o incoherente siendo menos dramático.
Siento que este viaje es la gran experiencia de mi vida hasta ahora, que todo ha sido una preparación para este momento de misión, y que todo es posible gracias a las diferentes decisiones que he tomado y en la que tantos me han acompañado (el Flaco tras todos ellos).
Tengo miedo de vivirlo como un escape, y en cierta forma lo es, es un escape de la rutina, de las ataduras, de tranzar con la rosca diaria en la que basta tener, establecerte y querer tener más. Me niego a vivir una vida así y por eso me escapo, pero a la vez la enfrento porque creo firmemente en que hay otra forma de vivirla y salgo a la búsqueda de esa vida libre.
Ojalá estes ahi Jesús cuando el miedo muerda y las seguridades se ausenten, para que nos dejemos acompañar por tu presencia, ya que este viaje sin ti no tendría sentido.
Erik
Y sumo por último palabras de Nacho, que es tan culpable de éste viaje como el que más...
dessssprenderse siempre es signo de libertad
pero buscando la locura de su voluntad
es signo de seguimiento
no siempre con frutos visibles
no siempre con entendimientos
pero siempre con algo de bienaventuranza
de cruz
que el espiritu nos muestre el camino
y que creamos para recorrerlo
dejando los nuestros
los del mundo
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